El Día Mundial de la Salud nos anima construir un mundo más saludable

Sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento. Esta famosa cita del filósofo griego Hipócrates, uno de los pioneros de la medicina, nos deja bien clara la relación que se ha establecido desde siempre entre la alimentación y la salud. Dos conceptos que están muy relacionados y que convierten el acceso a alimentos saludables en una necesidad a nivel mundial. Por eso, la comida siempre está muy presente en las campañas del Día Mundial de la Salud que este año se celebra el 7 de abril. 

Desde Naturcharc nos sumamos también a una celebración que cada año reivindica el valor de la salud como un bien al que tienen que tener acceso todas las personas en todos los lugares del mundo. En este año marcado aún por la pandemia del coronavirus, la campaña de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se centra necesariamente en la necesidad de que el acceso a los servicios sanitarios sea universal y en igualdad de condiciones, pero también en la seguridad alimentaria, un concepto muy importante que entronca de manera directa con la sostenibilidad.

Esta idea se relaciona con la necesidad de asegurar el acceso a los alimentos de una manera saludable, y por lo tanto de tomar las medidas para que esta producción sea responsable tanto con la sociedad como con el medio ambiente. Desde la agricultura ecológica este compromiso es uno de los motores de nuestra actividad. Solo con una producción responsable de alimentos podemos garantizar un acceso justo para nuestra generación y para las venideras.

Dieta saludable

Como recuerda la OMS una dieta saludable es fundamental para prevenir las enfermedades no transmisibles, uno de los principales problemas de salud en las naciones desarrolladas. Trastornos como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer tienen un menor impacto en las personas que siguen una dieta de este tipo. Por eso, la promoción del consumo de frutas y verduras  tiene un impacto muy importante en los datos de salud globales.

El consumo habitual de vegetales ayuda al objetivo de reducir la presencia de grasas y azúcares libres en la dieta. Las cinco raciones consabidas se concretan en que cada día debemos consumir aproximadamente 400 gramos de frutas y verduras variadas. Este es uno de los pilares de nuestra dieta mediterránea que está reconocida como una de las más saludables de todo el mundo. Un legado que se concreta en muchas recetas tradicionales que podemos incorporar cada día para ayudarnos a conseguir ese objetivo.

Los productos vegetales aportan vitaminas y minerales que son esenciales para el funcionamiento del organismo. Pero también muchas sustancias antioxidantes que ayudan a nuestro organismo a regular de manera correcta el funcionamiento de nuestros órganos y a evitar los daños producidos por los radicales libres y las agresiones externas. Por supuesto, la alimentación tiene que acompañarse de otras costumbres saludables. El ejercicio físico diario es un hábito indispensable para prevenir en lo posible los problemas de salud. La OMS recomienda unos 150 minutos de ejercicio físico a la semana. Son metas fáciles de conseguir si nos acostumbramos a incorporarlas a nuestro día a día.

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