Cómo hacer para que el consumo de verduras bio sea divertido para los peques de la casa
Uno de los mayores tópicos si pensamos en la alimentación infantil es asumir que no les gustan las verduras. Una imagen recurrente que nos encontramos a menudo en las series y las películas, pero que tiene mucho de real y que puede traer de cabeza a los padres. Por eso, desde Naturcharc compartimos algunos consejos que pueden ayudar a que los niños se atrevan a acercarse al mundo de las verduras y que consigamos promover una alimentación saludable desde la infancia.
La clave está en educar el paladar. Si no acostumbramos desde pequeños a los niños y niñas a disfrutar de diferentes sabores y texturas, puede ser muy difícil mantener unos hábitos de vida saludables. Una reciente encuesta de la Asociación Española de Pediatría arrojaba un dato preocupante: solo la mitad de los adolescentes cumple las recomendaciones de consumo de fruta y verdura de la Organización Mundial de la Salud. Nos queda mucho camino por recorrer en este sentido, pero la buena noticia es que nunca es tarde para empezar a comer bien. Aquí van algunos consejos útiles que podemos incorporar a nuestro día a día.
Empezar desde pequeños
Es quizá el consejo más básico de todos. Hay que empezar a incluir estos alimentos desde edades tempranas. Elegir verduras de sabores suaves para acompañar los platos principales es una buena manera de comenzar. Existe una gran variedad de frutas y verduras ecológicas que podemos ir incorporando a nuestros platos para conseguir este objetivo. La meta tiene que se llegar a esas cinco piezas o raciones de frutas y verduras al cabo del día.
Facilitar los snacks saludables
Una buena manera de conseguir que los niños y adolescentes tomen frutas y verduras a diario es facilitar su consumo lo máximo posible. A veces se recurre a los snacks dulces o poco saludables porque son la opción más fácil para picar entre horas. Pero si tenemos fruta preparada para poder consumir de manera rápida, ya cortada y pelada en la nevera hacemos mucho más fácil que se pueda incorporar en la rutina diaria. Por ejemplo, ahora que llega el calor podemos tener sandía lista para consumir a media mañana o a la hora de la merienda.
Variedad en la cocina
Una de las grandes ventajas de las verduras es su versatilidad. Se pueden preparar de maneras muy diferentes y el resultado final puede ser muy sabroso y sorprender a los más pequeños. Por eso, os animamos preparar los vegetales de diferentes maneras, aprovechando técnicas diversas de cocinado. Las berenjenas al horno o gratinadas pueden ser más atractivas que si las preparamos en la sartén. O una buena parrillada de verduras como calabacines o pimientos se puede convertir en una excelente forma de acompañar un plato de carne o pescado sin recurrir a las consabidas patatas fritas.
Integrarlos en la elección de los menús
A partir de una determinada edad, también es una buena idea que los niños más mayores y los adolescentes participen en el diseño de los menús diarios. Tener en cuenta sus preferencias y escuchar sus ideas para la cocina no solo les va a dar mayor responsabilidad, también les va a enseñar los beneficios de apostar por una dieta cuidada y saludable. De entre toda la variedad de verduras disponibles en el mercado es seguro que podremos encontrar las que más les atraen y convertirlas en habituales de nuestras comidas.
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